Reflexiones nocturnas de una mente absurda no muy asidua a pensar.
Podría decir: ''hoy me ha ocurrido algo que nunca antes me había pasado, y ésto me ha hecho pensar'', pero es justamente todo lo contrario lo que me ha hecho pensar.
Otro año ha pasado exactamente igual que el anterior, cada día igual, cada sitio igual, cada cara igual, cometiendo los mismos errores, una y otra vez, sin aprender absolutamente nada de ellos, y sin agarrar al instante las posibilidades que se han ido presentando.
Acomodarse y ver lo que pasa está bien un tiempo, pero llega el momento en que uno tiene que despertarse y coger las riendas de su propia vida, tomar el control de sus pasos y no dejarlo para mañana. Aprender que con cada elección que tomemos, ésta repercutirá en nuestro camino, aligerándolo o poniéndole trabas, y solo dependerá de nosotros mismos que ocurra una u otra cosa.
Vale, la teoría la conozco, ahora bien, ¿qué es lo que me impide ponerlo en práctica?¿qué es lo que enturbia mi vista y me quita las ganas de levantarme?
¿Qué es lo que frena mi viaje?
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