viernes, 22 de octubre de 2010

¡Nos vamos de vacaciones!
La estimada dirección del blog pone fin a una era.
Tal vez vuelva, tal vez no.
Váyanse a tocar las narices a otro.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Antigua II

Cuánta tontería y cuánto cuerno quemado.
Este cuarto apesta a mediocridad, tabaco y lágrimas rancias de cocodrilo.
Las mentiras serán buenas en determinados momentos,
¿pero después?
¿Qué queda después?
¿Quién te va a creer?
Ni aunque te mueras por decir que es cierto, que te crean, yo no lo voy a hacer,
porque a mí
ya me has fallado.


miércoles, 13 de octubre de 2010

Oculto #4

Cuando llegué donde estaba él me di cuenta de la gravedad de la situación; estaba tirado en el suelo, con una enorme motocicleta aplastándole la pierna. Debía llevar algunas horas así, y el muy demente solo sonreía.
-¿Qué miras, no vas a ayudarme? - dijo el tipo, de unos treintaipico - Ah, perdón, debió ser eso... Soy un maleducado, me llamo John White, pero puedes llamarme como quieras.
-Joe Black. - hice una respuesta corta y rápida, lo primero que se me ocurrió decir, y me pregunté si ambos delirábamos.
-Oh, bien elegido, por Dios. Me gusta.
Y simplemente volvió a sonreír.

Este día estaba rozando ya lo bizarro: primero, el ''casi fin del mundo'', al que milagrosamente sobrevivo, después un negro con traje me pide ayuda, veo que tiene la pierna aplastada, y se limita a decirme que lo llame como quiera.

No dijo nada más, por lo que tomé la iniciativa e intenté con todas mis fuerzas levantar el pesado vehículo que estaba sobre él, en vano, por supuesto.
-Oh, ¿qué haces? No la levantarás ni con mi ayuda.
-¿Y qué se supone que quieres que haga? Yo no me voy a quedar aquí a ver morir a nadie más, o te ayudo a salir o me largo. - podía sonar borde, pero su sonrisa me estaba sacando de quicio.
-Oh, niña, aquí no va a morirse nadie, esa pierna ya murió hace quince años, ahí solo hay titanio.
-¿Titanio, eh? - sonreí mientras volvía al lado del extraño personaje para sentarme a su lado.
-Me ha venido bien que seas tan poca cosa, solo tienes que meter la mano por el hueco entre la moto y mi pierna y apretar el botón y girar con suavidad el cabezal. Yo no puedo con estas manazas - realmente eran bastante más grandes de lo normal - ¿Entiendes? Corta el pantalón si lo necesitas.

Saqué de uno de los bolsillos de la mochila una pequeña navaja que cogí de la tienda de los acianos y completé con éxito y sin dificultad mi pequeña misión.
Joe se puso en pie, y por fin pude examinarlo con detenimiento. Era alto y grande, con un color muy bonito de piel. Tenía los ojos grandes y la mirada profunda. Llevaba una espesa perilla, pero iba limpiamente afeitado y pulcramente peinado. Vestía un impoluto traje negro, ahora con tan solo media pierna derecha, debajo de la chaqueta llevaba camisa blanca y una corbata de aspecto carísimo. Saltaba a la vista que Joe no se moría de hambre precisamente.
Su enorme y perfecta sonrisa blanca seguía ahí.
-Muchísimas gracias chica, ya han pasado dos pequeños grupos y me han dejado aquí. Parece que eres mi ángel guardián, ¿eh?
Apartó la vista de mí y abrió el maletero del coche junto al que estábamos y sacó un maletín negro, lo colocó sobre el maletero y sacó una nueva pierna sustituta.
- ¿Una de repuesto? Es tu día de suerte. - me atreví a decir.
- Oh, no, suerte no, soy precavido. - y volvió a sonreír. - Por cierto, - comenzó mientras se colocaba la nueva pierna - ahora estás siendo tú la maleducada. ¿Cuál es tu nombre?
- Llámame como quieras. ¿Te parece?
Hizo un rápido gesto que reflejaba que había hecho diana con esa respuesta.
-Dido Brown.
Y ese fue el nombre que mister Black eligió para mí, sonaba dinámico, me gustó a la primera.

sábado, 9 de octubre de 2010

Que yo me subo a la azotea a mirar de repente
..no puedo ver con tanta gente,
me asomo a la mentira que está llena de guasa.
Me quedo sin sentido que a mí ..
no me hace falta.
Me subo a la azotea a mirar de repente
..no puedo ver con tanta gente,
me asomo a la mentira que está llena de guasa.
Me quedo sin sentido que a mí .. no me hace falta.

No me hace falta porque tengo yo más cosas que tú.
No me hace falta porque tengo yo más cosas que tú.
Y es que mi niño canta desde muy pequeño.

Mi niño canta desde muy pequeño .
.desde que las mentiras no son sueños,
desde que .. las mentiras no son sueños.

Son tus falsas y tus tristes días de pena
lo que me hacen padecer de esta manera.
Si tú quieres no me quieras
..porque digo yo ..
que tú no me quieres na’.

Dejé de contar los días
ya no tengo dedos suficientes
pa’ contar las penas y alegrías me hacen falta tus manos.
Vente ..Tú
.. me hacen falta tus manos,
de tus pechos me alimento
..me faltan tus ojos.

Son de otros colores los mares que pintan olas de ilusiones.
Y es que mi niño canta desde muy pequeño!
Dejé de contar los días .. ya no tengo dedos suficientes,
pa’ contar las penas y alegrías me hacen falta tus manos.
Vente.
Me hacen falta tus manos.
Vente!
Me hacen falta .. tus manos pa’ contar las penas y alegrías ..

miércoles, 6 de octubre de 2010

Voy a zarandear mi marioneta, voy a zarandearla tanto que se le caerá la cabeza,
luego la miraré desde arriba, sonreiré un poquito, y aplastaré su linda cara hasta que solo queden pedazos.