Fuiste esa causa perdida, ese error incorregible, aquéllo que ''oh dios, no debería haber hecho''.
Aunque realmente, la verdad queda bastante lejos de todo esto.
Verás, soy una persona. Una chica. Dieciocho años. No soy alta, ni extremada mente baja. Morena. Ojos pardos. Con manos y pies pequeños. No estoy gorda, pero tampoco estoy flaca. Me gustan las cosas simples. Música, cine, cerveza y perderme es lo que me gusta hacer, aunque lo que mejor se me da es dormir. Piscis es mi signo zodiacal. 23 es mi número. Me dan miedo las alturas, la oscuridad, los insectos, los espacios abiertos y la gente. No tengo planes de futuro. No quiero hacer nada grande, ni encontrar la fama, tan solo pasar desapercibida. No suelo actuar sin pensar antes dos veces, aunque muchas veces es inevitable tener impulsos. No me gusta correr, a no ser que sea imprescindible, tampoco me gusta el viento ni la gente que grita demasiado. No me gusta que me mientan ni que me miren a los ojos prolongadamente. No me considero una persona extraordinaria, pero tampoco demasiado corriente. Nunca hablo de mí misma, no creo que sea un tema apasionante, ni siquiera interesante.
No tengo demasiados amigos, pero los que hay son suficiente, incluso demasiado para mí.
Cuando duermo sola tengo frío, y cuando me despierto me gusta estar acostada en la cama, mirando al techo, unos minutos antes de levantarme.
No suelo estar triste, pero tampoco soy feliz.
Al fin y al cabo... ¿alguien lo es al cien por cien?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario