lunes, 30 de marzo de 2009

Rock and Roll, a way of life


Dejemos volar la mente. Imaginemos haber cumplido todos nuestros sueños. Imaginemos ser una estrella del rock, o un aclamado actor, un modelo de alta pasarela, o simplemente un trotamundos mochilero. Imaginemos no llevar esta vida, vivir otra completamente diferente. Imaginemos que somos lo que siempre hemos deseado ser.

Unos desearían tener mucho dinero, otros mucha fama, otros tal vez destacar en la ciencia o los deportes. Yo elijo llevar esta vida; sí, la vida que vivo. Me gusta cada simple detalle, cada minúscula palabra. Me gusta llevarme alegrías y decepciones; me gusta trabajarme mi propia vida, así demostraré cuánto me ha costado ser quién soy; me gusta cometer errores, así podré aprender de ellos; y sobretodo, me gusta ser yo misma, y me gusta la gente que está conmigo.

Son lo mejor que me podría pasar. Me hacen apreciar hasta la más insignificante calada de yerba.

viernes, 27 de marzo de 2009

***


Muchas veces pegamos tiros al aire, o simplemente no damos importancia a nuestros actos como si nadie nos observara.
Pero realmente hay más de uno atento a todo lo que hacemos, decimos, pensamos e incluso imaginamos.
Cuando pensamos que los sueños no se hacen realidad, o que las cosas no van a acabar bien, o que vamos a salir mal parados de lo que sea; cuando no damos nuestro brazo a torcer, o no queremos darnos cuenta de lo que sí que sentimos, es cuando los sueños no se hacen realidad, ni las cosas no acaban bien, es entonces cuando salimos mal parados.
Muchas veces es ese el problema: nosotros mismos.

Yo, desde aquí, animo a todo el mundo (a mí la primera) a que saquemos todo lo que llevamos dentro, a que digamos lo que sentimos, y mucho más importante que eso, animo a todo el mundo a que demuestre que cada uno es único, y que nuestra belleza (aunque muchas veces parezca inexistente) puede ser compartida y muchas veces admirada.

lunes, 23 de marzo de 2009

Yo

Fuiste esa causa perdida, ese error incorregible, aquéllo que ''oh dios, no debería haber hecho''.
Aunque realmente, la verdad queda bastante lejos de todo esto.
Verás, soy una persona. Una chica. Dieciocho años. No soy alta, ni extremada mente baja. Morena. Ojos pardos. Con manos y pies pequeños. No estoy gorda, pero tampoco estoy flaca. Me gustan las cosas simples. Música, cine, cerveza y perderme es lo que me gusta hacer, aunque lo que mejor se me da es dormir. Piscis es mi signo zodiacal. 23 es mi número. Me dan miedo las alturas, la oscuridad, los insectos, los espacios abiertos y la gente. No tengo planes de futuro. No quiero hacer nada grande, ni encontrar la fama, tan solo pasar desapercibida. No suelo actuar sin pensar antes dos veces, aunque muchas veces es inevitable tener impulsos. No me gusta correr, a no ser que sea imprescindible, tampoco me gusta el viento ni la gente que grita demasiado. No me gusta que me mientan ni que me miren a los ojos prolongadamente. No me considero una persona extraordinaria, pero tampoco demasiado corriente. Nunca hablo de mí misma, no creo que sea un tema apasionante, ni siquiera interesante.
No tengo demasiados amigos, pero los que hay son suficiente, incluso demasiado para mí.
Cuando duermo sola tengo frío, y cuando me despierto me gusta estar acostada en la cama, mirando al techo, unos minutos antes de levantarme.
No suelo estar triste, pero tampoco soy feliz.
Al fin y al cabo... ¿alguien lo es al cien por cien?

sábado, 21 de marzo de 2009

7.00 am


Acariciaba suavemente mi espalda. La luz se filtraba por las rendijas de las ventanas. Yo miraba sus labios, su nariz, su barbilla, y cerraba los ojos al ver que no era otro día más. Sólo oía su respiración y la mía, el latir de su corazón, y de fondo, la ignorada caja tonta. Podría definir cada mínimo detalle, cada remolino de su pelo, cada palabra y cada gesto, pero llamadme egoísta, simplemente no quiero compartir su magia con nadie más.
En ese momento aprendí a olvidar lo pasado, a recordar lo presente, aprendí que no estaba buscando nada más que eso, nada más que alguien con quien compartir mis silencios, alguien a quien dedicarle mis palabras, alguien que me quitara las ganas de irme, las ganas de dormir, las ganas de gritar, las ganas de llorar, la angustia de mi pequeño corazón.
Solo una mirada más, un beso más, una caricia más...
-Te quiero.

miércoles, 18 de marzo de 2009

**

He visto poco, muy poco, aunque suficiente como para permitirme el lujo de pensar sobre todo ello.
He visto peleas, lágrimas, gritos, miedo, problemas, desengaños, jóvenes creyéndose viejos, policía, hospitales, mentiras, celos, agobios, amarillos, enfermedades, dudas, rabia, tíos que van y vienen, traiciones, amistades rotas, desconfianza...

Pero también he visto diversión, risas, alcohol, drogas, juegos, bromas, orgasmos, helados de fresa y chocolate, noches sin fin, césped, palmeras, fiestas, conciertos, besos, lágrimas de alegría, sueños, abrazos, miradas, amigos sinceros, viajes, bares, playas, fotos.

Aunque lo mejor de todo, sin duda, es haber oído esas dos palabras de boca de la gente que más me importa.

martes, 17 de marzo de 2009

This is the life

And you're singing the songs
Thinking this is the life
And you wake up in the morning and your head feels twice the size
Where you gonna go?
Where you gonna go?
Where you gonna sleep tonight?

*




Estoy cansada de tener que recordar cómo se perdió el tapón de mi alma, como se vació, y cómo después lo pusieron otra vez para no volver a llenarla.


Con sudor, sangre, decepciones, disgustos y alguna que otra alegría, quité el tapón nuevamente, y poco a poco fui llenándola de nuevo; eso sí, con un ojo delante y otro detrás. Me ha costado, pero me he dejado llenar, a pesar de todo.


Decidí perder el miedo y la vergüenza, me dejé embriagar por mi aroma, por su aroma, por el aroma de los bares, las calles y la gente... porque la vida no hay que vivirla con miedo, con miedo al dolor o al fracaso. La vida hay que vivirla, sin pensar en lo malo que pueda llegar, si no, no se disfruta. Es por ese motivo por el que dejé de sentir ese miedo, porque quería vivir.




Todo esto son dos días, y vamos a acabar todos en el mismo sitio. Así que...


mejor aprovecharlo. ¿No?