No puedes decir que no hay mala intención en tus palabras.
Nunca has dicho nada bueno. Cierra la boca, no la abras,
tu aliento apesta a ginebra y tocino.
¿Y ahí plantado como un sopla pollas crees que consigues algo?
Lárgate, lárgate, no ayudas.
La habitación se está llenando de nudos y yo ya me estoy ahogando.
Y ya no sé si quiero arder o explotar y olvidarme.
Escucha, esto es lo último que te voy a dedicar:
Lo único útil que puedes hacer es irte a una montaña a pudrirte en tu mierda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario