jueves, 29 de abril de 2010

Ahora que nos besamos tan despacio,
ahora que aprendo bailes de salón,
ahora que una pensión es un palacio, donde nunca falta espacio
para más de un corazón...
Ahora que las floristas me saludan,
ahora que me doctoro en lencería,
ahora que te desnudo y me desnudas,
y, en la estación de las dudas, muere un tren de cercanías...
Ahora que nos quedamos en la cama,
lunes, martes y fiestas de guardar,
ahora que no me acuerdo del pijama,
ni recorto el crucigrama, ni me mato si te vas.
Ahora que tengo un alma que no tenía.
Ahora que suenan palmas por alegrías.
Ahora que nada es sagrado ni, sobre mojado,llueve todavía.
Ahora que hacemos olas por incordiar.
Ahora que está tan sola la soledad.
Ahora que, todos los cuentos, parecen el cuento de nunca empezar.
Ahora que ponnos otra y qué se debe,
ahora que el mundo está recién pintado,
ahora que las tormentas son tan breves
y los duelos no se atreven a dolernos demasiado...
Ahora que está tan lejos el olvido,
ahora que me perfumo cada día,
ahora que, sin saber, hemos sabido
querernos, como es debido, sin querernos todavía...
Ahora que se atropellan las semanas, fugaces, como estrellas de Bagdad,
ahora que, casi siempre, tengo ganas de trepar a tu ventana
y quitarme el antifaz.
Ahora que los sentidos sienten sin miedo.
Ahora que me despido pero me quedo.
Ahora que tocan los ojos, que miran las bocas, que gritan los dedos.
Ahora que no hay vacunas ni letanías.
Ahora que está en la luna la policía.
Ahora que explotan los coches, que sueño de noche, que duermo de día.
Ahora que no te escribo cuando me voy.
Ahora que estoy más vivo de lo que estoy.
Ahora que nada es urgente, que todo es presente, que hay pan para hoy.
Ahora que no te pido lo que me das.
Ahora que no me mido con los demás.
Ahora que, todos los cuentos, parecen el cuento de nunca empezar.

Ruina Azul

Pensamientos al azar, para el día de San Valentín, 2004. Hoy es un día festivo inventado por las empresas de tarjetas para que la gente se sienta como basura.
Hoy no fui a trabajar. Tomé un tren a Montauk. No sé por qué. No soy una persona impulsiva. Supongo que hoy me levanté sin ánimo. Debo llevar mi coche a arreglar.
Esta playa está condenadamente helada. Montauk en febrero. Brillante, Joel.
Una hoja está arrancada. No recuerdo haberlo hecho. Parece que es mi primera anotación en dos años.
La arena está sobrevalorada, simplemente son piedras diminutas.
Ojalá pudiera conocer a alguien. La probabilidad de que eso ocurra es limitada viendo que soy incapaz de mirar a los ojos a una mujer desconocida.

martes, 27 de abril de 2010

Ay, mi amor,
sin ti no entiendo el despertar.
Ay, mi amor,
sin ti mi cama es ancha.
Ay, mi amor
que me desvela la verdad.
Entre tú y yo, la soledad
y un manojillo de escarcha.

Mil veces le pide...
y mil veces que "nones"
de compartir sueños
cama y macarrones.
Le dice burlona...
..."Carita gitana,
cómo hacer buen vino
de una cepa enana".

sábado, 24 de abril de 2010

...y abrí los ojos con el miedo de que fuera un sueño, pero la luz se colaba entre las rendijas, demostrándome que eso no era verdad.
Y sentí su respiración en el pelo durante horas.
Y su mano en mi espalda,
y su piel contra la mía.

Y quise agarrar ese momento y no soltarlo,
y lo hice.

martes, 20 de abril de 2010

Cada cual que piense lo que quiera.

En el mundo actual, se está invirtiendo cinco veces más en medicamentos para la virilidad masculina y silicona para mujeres, que en la cura del Alzheimer. De aquí a algunos años, tendremos viejas de tetas grandes y viejos con pene duro,
pero ninguno de ellos se acordará para qué sirven.

Drauzio Varella, ganador del premio Nobel de Medicina.

jueves, 15 de abril de 2010

Cuando se despertó, no recordaba nada de la noche anterior, “demasiadas cervezas”, dijo al ver mi cabeza, al lado de la suya, en la almohada… y la besé otra vez, pero ya no era ayer,
sino mañana.

Y un insolente sol, como un ladrón, entró por la ventana. El día que llegó tenía ojeras malvas y barro en el tacón, desnudos, pero extraños, nos vio, roto el engaño de la noche, la cruda luz del alba.

Era la hora de huir y se fue, sin decir: “llámame un día”. Desde el balcón, la vi perderse, en el trajín de la Gran Vía.

Y la vida siguió, como siguen las cosas que no tienen mucho sentido, una vez me contó, un amigo común, que la vio donde habita el olvido.

La pupila archivó un semáforo rojo, una mochila, un peugeot y aquellos ojos miopes y la sangre al galope por mis venas y una nube de arena dentro del corazón y esta racha de amor sin apetito.

Los besos que perdí, por no saber decir: “te necesito”.

viernes, 9 de abril de 2010

Por corazón, un nudo.
Por mente, agua en ebullición.
Por voluntad, un palillo.
Por confusión, un mundo entero.
De bueno, nada.
De malo, todo.
Fácil descripción, Key, fácil descripción...
Causas más dolor que felicidad.
¿Quién eres?
¿Qué pasa?
No te reconozco, ya no.